Obstáculos para la mente de Cristo

En esta lección, el Dr. Steve Deneff también menciona tres tipos de mente en la Biblia que se interponen en el camino para tener la mente de Cristo. Estas formas de pensar son obstáculos para la santidad.

La Mente Simple

Proverbios 14:15 EM dice que “el ingenuo cree cualquier cosa, pero el prudente piensa bien sus pasos.” El proverbio parece referirse a una persona ingenua y desinformada. Puede que tenga buenas intenciones, pero su falta de entendimiento inevitablemente lo lleva por caminos equivocados. Esta persona no es consciente de sí misma. No conoce sus propios sesgos y suposiciones. Es fácilmente desviada.

Sin embargo, en ocasiones, el Antiguo Testamento difumina este tipo de persona con el “necio,” que no solo es alguien inconsciente, sino que también resiste el conocimiento (Prov. 1:22 EM). El “necio” no quiere creer en Dios (Sal. 14:1 EM). El “necio” no deambula por el camino de la santidad porque no es un camino que realmente quiera tomar.

La Mente Corrupta

Si la mente simple es mayormente ignorante del camino y la verdad, la mente corrupta se opone activamente a Dios y al bien. Isaías 5:20 EM habla de aquellos que “llaman a lo malo bueno y a lo bueno malo, que cambian las tinieblas en luz y la luz en tinieblas, que cambian lo amargo en dulce y lo dulce en amargo.” Romanos 1:28 EM habla de aquellos que, aunque saben cómo es realmente Dios, eligen adorar ídolos y tienen una mente depravada.

La mente corrupta puede eventualmente resultar en un corazón endurecido. Muchos de los opositores de Jesús en los Evangelios entienden suficientemente bien el poder y la unción de Jesús por parte de Dios, pero sus mentes están tan corrompidas que lo oponen aún más. De manera similar, el faraón podía ver claramente el poder de Dios hacia los israelitas, pero insensatamente los persiguió de todos modos. Esta es la mente que Satanás y los demonios tienen hacia Dios. Lo oponen aunque saben exactamente quién es.

La Mente Dividida

Santiago 1:8 habla de la persona “de doble ánimo,” inconstante en todos sus caminos. Esta es una persona que no se ha comprometido completamente con Dios. Sirve a Dios a medias y también se sirve a sí misma. Tiene lealtades divididas. Parte de su mente piensa como Dios, pero otra parte piensa de maneras terrenales.

El Dr. Deneff usa el ejemplo de Pedro en Marcos 8. Por un lado, reconoce que Jesús es el Cristo. Sin embargo, Pedro también no puede creer que Jesús vaya a la cruz. Satanás usa el pensamiento de Pedro para intentar tentar a Jesús a no seguir adelante, y Jesús le dice a Satanás: “¡Apártate de mí!” (Marcos 8:33 EM).

Romanos 14 advierte de manera similar a la persona que podría tratar de ocultar un deseo pecaminoso bajo la apariencia de fe. Si una persona va a hacer algo que es debatido entre cristianos, será mejor que lo haga con un corazón lleno de fe. Todo lo que se haga con una mente dividida, con lealtades divididas, es pecado (Rom. 14:23 EM).