Creencias básicas: Diferentes puntos de vista sobre la expiación

El concepto de expiación en la teología cristiana se relaciona con la forma en que la humanidad se reconcilia con Dios a través de Jesucristo. Aunque existe una visión correcta y ortodoxa de Cristo, hay varias formas válidas de interpretar el significado de la vida, muerte y resurrección de Cristo. A lo largo de los siglos, se han desarrollado diversas teorías de la expiación para explicar el misterio de cómo Cristo nos reconcilia con Dios Padre.

La muerte de Jesús como sacrificio Teoría del rescate Teoría de la recapitulación Teoría de Christus Victor Sustitución penal frente a la visión gubernamental Teoría de la influencia moral

La muerte de Jesús como sacrificio

La idea de que la muerte de Jesús fue un sacrificio aparece a lo largo del Nuevo Testamento. Romanos 3:25 EM compara la muerte de Jesús con el sacrificio en el Día de la Expiación en el Antiguo Testamento. 1 Corintios 5:7 EM compara a Jesús con el cordero de Pascua. Romanos 8:3 EM compara la muerte de Jesús con una ofrenda por el pecado. El libro de Hebreos extiende esta imagen, presentando a Jesús como el gran sumo sacerdote celestial que ofrece el sacrificio que pone fin a todos los sacrificios (p. ej., Heb. 10:14 EM).

La idea de un sacrificio generalmente combina dos elementos diferentes que han sido destacados a lo largo de los años en relación con la muerte de Cristo en la cruz. Uno es la satisfacción de la justicia, y el otro es la sustitución de Jesús por nosotros. Por ejemplo, Romanos 3:25 EM indica que el sacrificio de Jesús muestra que Dios es justo incluso aunque haya pasado por alto pecados cometidos anteriormente. Dios es justo, y tiene sentido que se satisfaga la justicia.

2 Corintios 5:21 EM a menudo se interpreta como que Jesús tomó nuestro lugar: “Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros seamos justicia de Dios en él.” Aunque el versículo puede ser más complejo de lo que parece a primera vista, parece señalar un intercambio mediante el cual el sacrificio impecable de Jesús nos hace justos. También hay pasajes como 1 Pedro 2:24 EM: “Él mismo llevó nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero.”

NOTA: Estas imágenes de la expiación no están formuladas de manera precisa en la Biblia. Los pensadores posteriores han llenado los vacíos con sus propias conjeturas, y por ello se han generado debates sobre las teorías de la expiación. Los fundamentos están en las Escrituras, pero son imágenes y metáforas. El cristianismo nunca ha adoptado universalmente una sola teoría de la expiación. Todas ellas contienen al menos un elemento de verdad.

Teoría del Rescate

La teoría del rescate es una de las teorías de expiación más antiguas en la teología cristiana, a menudo asociada con los Padres de la Iglesia primitiva como Orígenes y Gregorio de Nisa. Según esta teoría, la humanidad estaba bajo el yugo del pecado y del Diablo desde la caída de Adán y Eva. Para redimir a la humanidad, Jesús se ofreció como rescate a cambio de su liberación.

La base de la teoría radica en la metáfora de un rescate o precio de compra, que se encuentra en varios pasajes del Nuevo Testamento (por ejemplo, Marcos 10:45). Sin embargo, algunos llevaron la teoría del rescate demasiado lejos, sugiriendo que Dios pagó el rescate a Satanás. Algunos teólogos primitivos, como Agustín, sugirieron que el rescate se pagó a Dios mismo, quien requiere el pago por el pecado. Una vez más, la imagen básica es bíblica, pero la metáfora puede ser llevada demasiado lejos.

Teoría de la Recapitulación

Una imagen de la expiación que Pablo presenta es la de Jesús como el “Último Adán.” Adán trajo el pecado y la muerte al mundo (Romanos 5:12-19 EM; 1 Corintios 15:21-26 EM). Cristo deshizo el pecado de Adán. Un solo acto de obediencia de Cristo deshizo un solo acto de desobediencia de Adán. En Adán, todos han muerto. Por el contrario, todos los que están en Cristo vivirán.

Es sorprendente cuán a menudo en las cartas de Pablo usa la expresión “en Cristo.” Estamos sepultados con Cristo en el bautismo (Rom. 6:4 EM). Hemos sido crucificados con Cristo (Gálatas 2:20 EM). La medida en que Pablo habla de nuestra vida como una vida “en Cristo” es uno de esos temas recurrentes que a menudo se pasan por alto. Nuestra participación “en Cristo” es una característica importante de nuestra reconciliación con Dios.

Teoría de Christus Victor

La teoría de Christus Victor, un término acuñado por Gustaf Aulén en su obra de 1931 Christus Victor, reinterpreta la antigua teoría del rescate de una manera que aborda sus principales críticas. Aulén argumenta que la expiación es principalmente un conflicto cósmico entre Dios y los poderes del mal. En la encarnación, muerte y resurrección de Jesús, Dios derrotó de manera decisiva a estos poderes, liberando a la humanidad de su esclavitud. Hebreos 2:14 EM declara claramente que Jesús derrotó al Diablo, quien tenía el poder de la muerte.

La teoría de Christus Victor ha ganado popularidad en los siglos XX y XXI, particularmente entre aquellos que buscan una comprensión más holística de la expiación que va más allá del pecado individual para abordar el mal y la opresión en todas sus formas. Sin embargo, los críticos argumentan que puede minimizar la responsabilidad personal por el pecado y la necesidad de arrepentimiento y transformación personal.

Sustitución Penal frente a la Visión Gubernamental

La idea de “sustitución penal” combina la necesidad de satisfacer la justicia con la sustitución de Jesús por nuestros pecados y lo convierte en algo matemático. Anselmo de Canterbury, en el siglo XI, centró la expiación en la justicia y el honor de Dios en lugar de Satanás y el pecado. Anselmo propuso que el pecado humano deshonraba a Dios. La deshonra creó una deuda que los humanos, como criaturas finitas, no podían pagar. Por lo tanto, Dios se encarnó en Jesucristo, un ser tanto divino como humano, que pudo y ofreció el acto perfecto de obediencia y honor a Dios: su muerte en la cruz (cf. Rom. 3:25 EM; 2 Cor. 5:21).

La teoría de la satisfacción fue particularmente influyente en la iglesia occidental medieval, y se convirtió casi en una visión matemática y transaccional. Hay una cantidad precisa de pecado que se ha cometido y se cometerá en la historia por la que debe haber castigo. Jesús debe sufrir exactamente esa cantidad para que se lleve a cabo la expiación. Basta decir que la Parábola del Hijo Pródigo no conoce tales cálculos matemáticos.

Otra visión, la visión gubernamental, considera la satisfacción de la justicia de manera más amplia. La justicia y el orden de las cosas necesitaban ser satisfechos, pero no había un cálculo matemático preciso. Dios, el Juez justo, recibió una satisfacción amplia en la muerte de Jesús.

Teoría de la Influencia Moral

La teoría de la influencia moral de la expiación, a menudo asociada con Pedro Abelardo en el siglo XII, ofrece una perspectiva diferente. Esta teoría se centra en la vida y muerte de Jesús como el ejemplo supremo del amor de Dios (cf. Rom. 5:8), que inspira a los humanos a corresponder a ese amor y cambiar sus caminos pecaminosos.

La fortaleza de la teoría de la influencia moral radica en su énfasis en el poder transformador del amor y las implicaciones éticas de la vida y las enseñanzas de Jesús. Sin embargo, los críticos argumentan que no aborda adecuadamente el problema del pecado y la necesidad de algún tipo de reparación o justicia.

Estas teorías representan solo una muestra de las muchas maneras en que los cristianos han intentado articular el profundo misterio de la expiación. Cada una ofrece perspectivas sobre diferentes aspectos de la relación de Dios con la humanidad y el cosmos. La teoría del rescate enfatiza la liberación. La teoría de la satisfacción subraya la justicia y el honor de Dios. La sustitución indica que Cristo tomó nuestro lugar. La teoría de la influencia moral destaca el poder transformador del amor divino, y la teoría de Christus Victor presenta un conflicto cósmico y la victoria sobre el mal.

Romanos en Resumen

Romanos 1-3 Los gentiles han pecado, pero los judíos también. “Todos han pecado” (Rom. 3:23) y “la paga del pecado es muerte” (Rom. 6:23).
Romanos 4-5 La solución es la expiación de Cristo y la fe en lo que Dios ha hecho en Cristo (Rom. 3:24-25). “Dios demuestra su amor por nosotros en que, mientras aún éramos pecadores, Cristo murió por los impíos” (Rom. 5:8).
Romanos 6-8 Eso no es una excusa para pecar. La Ley nos mostró que éramos pecadores. Ahora, el Espíritu nos da el poder de guardar la Ley (que es amor – Rom. 13:9).
Romanos 9-11 Pero, ¿por qué tantos gentiles han creído y tan pocos judíos? Porque los judíos no buscaron a Dios por fe, sino por las obras de la Ley (Rom. 10:9). Pero Israel será salvo.
Romanos 12-16 Vivámoslo con una mente transformada que no mire con desprecio a los demás (sean judíos o gentiles) sino que tenga una actitud de amor, incluso cuando a veces fallamos.

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