En la lección, el Dr. Deneff habla sobre un ejercicio espiritual que a veces realiza por la mañana. Él recorre las partes de su cuerpo y consagra cada una de ellas a Dios para el día. Puede orar: “Padre, consagro mis ojos a ti y hago un pacto contigo de que no pondré nada malo frente a ellos. Si puedo, no pondré nada frente a ellos que disminuya tu propia belleza y santidad… Te entrego mi boca y oro para que las cosas que salgan de mi boca sean tomadas por ti…” y así sucesivamente.
Al comienzo del día, ora esta oración de consagración, recorriendo las partes de tu cuerpo, mente y espíritu y entregándolas a Dios para el día. Menciona especialmente estas partes de ti en anticipación a lo que enfrentarás ese día.
Al finalizar el día, escribe tus reflexiones sobre la experiencia y cómo se desarrolló ese día. Envía tu tarea utilizando la opción a continuación.