Evitar el conflicto es uno de los errores más comunes que cometemos como líderes. Pensar que el conflicto siempre es algo malo es una de las creencias más dañinas para los miembros de nuestro equipo. Por supuesto, hay muchas maneras en las que el conflicto puede ser poco saludable y puede amenazar con sabotear los objetivos de nuestra misión compartida. Pero comprender cómo esta experiencia inevitable puede moldearse para generar compromiso y, de hecho, elevar la moral y profundizar el compromiso es uno de los secretos mejor guardados sobre el Liderazgo Organizacional. Cuando entendemos la raíz de todo conflicto y cuando definimos y damos la bienvenida al conflicto saludable en nuestro equipo, las recompensas en relaciones saludables y mayores resultados hacen que los riesgos valgan la pena.